Podemos hacer que el día de la madre se convierta en todos los días del año. Cada vez que admire su retrato, se acordará de lo mucho que la quieres y aún estando lejos en la distancia, podrá recordar esos momentos vividos, esos besos, esos abrazos, esa complicidad que sentís juntos. 

Cambia los protocolos. Las flores pueden acompañar al retrato pero, jamás sustituirlo. Y cuando ella ya no esté, podrás seguir admirando su belleza, su encanto, su amor y candidez. Podrás seguir estando cerca de ella cada vez que admires su retrato.

¿A qué esperas?. Se te está haciendo tarde.